Los años pasan, es inevitable, pero todos coincidimos en que “volverse adulto” es una mierda. ¡Tal cual!
Por Julietta Oswald.
Desde pequeña me fascinaba Peter Pan, un niño eterno que nos mostraba un mundo mágico enloquecido donde podías volar solo creyendo y, claro, con la ayuda del polvo (espero que sea en el sentido literal de la palabra) de una simpática hada. Aunque me quedaba una duda ¿Por qué Peter no querría ser adulto? ¿Acaso los adultos no hacen lo que quieren con sus vidas? En resumen, me encantaba la historia pero quería crecer rápido.